El sueño de la fusión nuclear, más cerca
Después de varias décadas de esfuerzos fallidos, investigadores consiguen por primera vez que un reactor produzca una buena cantidad de la energía limpia, inagotable y segura de las estrellas
Después de varias décadas de esfuerzos internacionales y tras una interminable lista de intentos fallidos, un equipo del Lawrence Livermore National Laboratory acaba de conseguir, por vez primera, que un reactor de fusión nuclear produzca más energía de la que consume. Un gran paso hacia el objetivo de poder usar en el futuro una fuente energética inagotable y limpia, la misma que utilizan las estrellas. El logro se publica hoy en la revista Nature.
El mayor problema con el que se han enfrentado hasta ahora
los reactores de fusión nuclear ha sido el de generar una cantidad de
energía igual o superior a la que se necesita para poner en marcha el
proceso de fusión. De hecho, a las altísimas temperaturas a las que la
fusión nuclear se produce (decenas de miles de grados), la materia
(hidrógeno o helio) que se usa como combustible no está en estado
sólido, ni líquido ni gaseoso, sino en un "cuarto estado" llamado plasma.
Y dado que no existe en el mundo un material capaz de contener plasma,
los "contenedores" del combustibles no pueden ser físicos, sino
magnéticos o, más recientemente, generados por láser. El problema,
conocido como de "confinamiento del plasma" requiere de una gran cantidad de energía para funcionar. De hecho, más energía de la que el reactor es capaz de producir.
Por eso, el "Santo Grial"
de la fusión nuclear ha sido, y es, ser capaces de conseguir un balance
energético positivo que permita su uso industrial. Un paso clave en
este camino es lograr "ganancias de combustible" mayores que la unidad,
donde la energía generada a través de la fusión supere a la cantidad de
energía invertida para el funcionamiento del reactor.
A pesar de que la ignición del plasma sigue siendo el
objetivo final, aún por resolver, el hito de obtener ganancias de
combustible ha sido logrado por primera vez en un reactor de fusión
operado por científicos del Lawrence Livermore National Laborstory. En
su artículo de Nature, los investigadores detallan una serie de
experimentos en el reactor NIF (National Ignition Facility) en los que
han conseguido un rendimiento energético que es una orden de magnitud
superior a cualquiera de los llevados a cabo hasta el momento en todo el
mundo. "Lo que resulta realmente excitante -explica Omar Hurricane,
autor principal del artículo- es que estamos viendo un aumento constante
en la producción de energía procedente del proceso de arranque".
Lo que han conseguido los investigadores es una especie de
"rebote" de partículas alfa (núcleos de helio producidos por la fusión
en el reactor de núcleos de deuterio y tritio), de forma que las
partículas alfa, en lugar de escapar, depositan su energía en el
combustible. Al hacerlo, contribuyen al calentamiento del combustible
(deuterio y tritio, DT), incrementando el número de reacciones nucleares
(de fusión), lo cual a su vez produce más partículas alfa. Este proceso
de retroalimentación es el mecanismo que permite la ignición del
reactor.
Seguro y estable
El proceso, detallado en el artículo de Nature, ha sido
demostrado en una serie de experimentos en los que el rendimiento de la
fusión se ha incrementado sistemáticamente en más de un factor 10 con
respecto a anteriores intentos.
Los experimentos han sido diseñados con el máximo cuidado
para evitar la ruptura de la carcasa plástica que rodea y limita el
combustible DT a medida que aumenta la presión. Algo que se logró
modificando el pulso laser utilizado para comprimir el combustible de
forma que suprimiera la inestabilidad que, en experimentos anteriores,
llevaba inevitablemente a la ruptura del contenedor.
Los resultados de estos experimentos han coincidido, mucho
mejor que cualquier experimento anterior, con las simulaciones
informáticas existentes, proporcionando un nuevo modelo para predecir el
comportamiento de la materia bajo condiciones similares a las que se
producen durante una explosión nuclear.
Además, los experimentos constituyen una demostración
palpable de que es posible mantener de forma segura y estable las
reservas de combustible. "Hay mucho trabajo por hacer, y problemas
físicos que es necesario abordar antes de llegar al final -afirma
Hurricane- , pero nuestro equipo está trabajando en todos esos desafíos,
y eso es lo que motiva a todos los científicos".
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